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Eusebio Rioja
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TRINIDAD
NAVARRO CARRILLO:
La Trini.
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Sin
duda, Trinidad Navarro Carrillo:
La Trini
es una de las mejores cantaoras de la historia. Con
generosidad creativa por malagueñas y con excepcionalidad
cantaora, gozó de virtudes humanas elogiadas por cuantos la
trataron. Difícilmente conozcamos otro artista flamenco tan
loado por sus coetáneos. No encontramos ninguna crítica
negativa de su arte ni de su personalidad, caso raro y
sorprendente. Además, lo accidentado de su vida, con épocas
esplendorosas y con otras desgraciadas, se ajustó al modelo
romántico tan fascinante en aquellos tiempos de finales del
siglo XIX y principios del XX, por lo que La Trini
ingresó pronto y con los zapatos puestos en el
sagrado olimpo de los héroes mitológicos del flamenco.
-
No
obstante, existen abundantes lagunas en su biografía,
espacios sombríos que merecen el trabajo y el tiempo
empleados para iluminarlos con nuestras investigaciones.
Redactamos de seguido algunos resultados de las mismas.
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Nacimiento, infancia y
primera juventud.
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Fue el
formidable aficionado y tenaz investigador Manuel Yerga
Lancharro quien primero se aproximó a la figura de
La Trini con espíritu documentalista.
En el trabajo publicado sobre ella, escribe:
-
“La
Trini” nació el año 1868 en la ciudad de Málaga, siendo
bautizada en la iglesia de San Felipe (el archivo parroquial
fue destruido durante nuestra guerra de 1936-39). Nació en
el seno de una familia humilde formada por Francisco Navarro
y Ana Carrillo, naturales de Málaga (p. 23).
-
Para
llegar a estas conclusiones, las fuentes archivísticas donde
bebe Manuel Yerga son los padrones municipales de
Málaga. En concreto, el correspondiente al año 1907,
como confiesa (p. 24). En dicho documento se halla
empadronada La Trini en el nº 12 de la calle
Málaga-Caleta, con su marido y su hija. Declara haber nacido
en Málaga, haber sido bautizada en la parroquia de la Santa
Cruz y San Felipe Neri y tener 39 años de edad.
Damos por ciertos el lugar de nacimiento y la parroquia del
bautismo al repetirse en 13 padrones donde la vemos
inscrita, pero ponemos en cuarentena la fecha de
nacimiento. Ciertamente, el archivo de la parroquia de San
Felipe fue destruido en el asalto sufrido por la sacristía
de este templo el 12 de mayo de 1931, por lo que no se
conserva la partida de bautismo de Trinidad: tenemos
que acudir necesariamente a los padrones. Y conviene
advertir que los padrones contienen abundantes errores, unos
más explicables y comprensibles que otros: ninguno de ellos
justificable.
-
Por
ejemplo, la información sobre la edad dependía de la fecha
cuando se recabase la misma: no se preguntaba el día de
nacimiento del sujeto, sino los años a contar en ese
instante. La cifra podía oscilar en un año, pues. Por otro
lado, es de tener en cuenta que el documento personal
identificador tal como lo poseemos ahora, el D.N.I., no
existía y los datos de usos tan habituales hoy, entonces no
lo eran: no era frecuente manejar la fecha de nacimiento, no
era éste un dato a memorizar, la mayoría de la población no
estaba familiarizada con él. Por demás, el índice de
analfabetismo era superlativo, lo que procuraba bailes
de fechas recordadas mnemotécnicamente por asociación: las
llevaban en la cabeza, no las leían. Yo nací el
mismo año que el rey, hemos oído aún en nuestra época. Y
el mundo de los artistas flamencos se nutría
mayoritariamente de individuos pertenecientes a un segmento
humilde, social y económico, lo que equivale a analfabeto o
a poco instruido.
-
A todo
ello hay que sumar la escasa formación intelectual de los
funcionarios encargados de la confección de los padrones
-generalmente, guardias urbanos: policías municipales- y la
ineptitud de sus métodos de trabajo. Estas circunstancias
sumadas a otras con mejores o peores intenciones, como el
falseamiento de los varones por incluirse en edad militar, o
por mera coquetería tanto femenina como masculina,
procuraban una sobresaliente falta de rigor en los datos
registrados por la documentación pública.
-
Así las
cosas, de los 15 documentos donde hemos encontrado a
La Trini, tres de ellos repiten 1868 como año de
nacimiento. Otros tres dicen 1871. Otros tres, 1873. Uno:
1869, otro: 1872, otro: 1874, otro: 1875, otro: 1878 y otro
1880. Henos aquí con un magnífico surtido de datos que no
nos permiten asegurar una fecha con precisión. De todos
modos y con probabilidad, la fecha de 1878 esté equivocada y
se refiera a 1868. Sería demasiado niña La Trini
para efectuar las actuaciones que relacionaremos.
-
Existe
otra fuente que no manejó Yerga. Es el Registro Civil
de aquellos años cuyos libros se guardan en el Archivo
Municipal de Málaga. Sin embargo, en los libros
correspondientes a 1868 no se encuentra la partida de
nacimiento de La Trini. Como hemos advertido,
es posible que en los días cuando fueron cumplimentados los
padrones, Trinidad no hubiese cumplido aún año,
habiendo nacido el año anterior: 1867. Pero lamentablemente,
faltan en el Archivo los libros correspondientes a 1867.
-
Pero
existen más erratas: en otro padrón consultado por Yerga,
el de 1918, aparecen los nombres de los padres de
La Trini: Francisco y Ana,
sin embargo, en el de 1904 se apunta José y
Francisca.
En este caso resulta más fácil detectar el error:
Francisco y Ana eran los padres de la sirvienta
alojada en su casa: Magdalena Valderrama Conejo,
cuyas gracias se repiten en las casillas correspondientes a
los padres de Trinidad.
-
Pudiera
ser que la familia Navarro Carrillo residiera algún
tiempo en Sevilla, mientras Trinidad era niña o
adolescente. Leamos el anuncio dado por el periódico El
Defensor de Granada del 19 de mayo de 1883, cuando
La Trini tenía sólo 15 años –suponiendo que
hubiese nacido en 1868- y donde se la considera sevillana:
-
Cante
y baile flamenco: Manuel Romero, conocido por Manolo de
Jerez, que se canta por seguidillas y malagueñas; Trinidad
Navarro, la niña sevillana, que se canta por malagueñas,
soleares y peteneras y se baila por alegrías y tangos;
Francisca Cortés de Málaga, que se canta por soleares y
alegrías; Carmen Rodríguez, la niña de Cádiz, que se baila
por alegrías y tangos; Francisco Ortega, que se baila el
negro (tango americano) y por alegrías.
-
Vamos a
ver también como a lo largo de sus primeros tiempos
artísticos, La Trini frecuentó Sevilla a
menudo con actuaciones, lo que no deja de ser otro indicio.
De cualquier modo, después volveremos sobre este particular.
Destaquemos ahora que a sus tiernos 15 años –quizás menos-
La Trini cantaba y bailaba en espectáculos
profesionales. Es posible incluso que al calificarla como
niña, tuviese menos de 15 años, esto es, que hubiese
nacido en cualquier otra fecha de las registradas por los
padrones, año posterior a 1868.
-
Madrid
fue una de las ciudades frecuentada por La Trini
desde pronto. El periodista Rodríguez Solís la
menciona en su obra Majas, manolas y charlas actuando
junto al cantaor Paco el Gandul en el Madrid
flamenco de 1886 y dice de ella que era célebre en los
ambientes flamencos madrileños. El investigador José Blas
Vega advierte que sorprende la fama de la cantaora
malagueña en Madrid en una fecha tan temprana,
sin embargo Alejandro Pérez Lugín la refiere cantando
en el Café de la Bolsa, de Madrid, junto a Juan Breva.
Pero no fueron éstas las únicas noticias. El cantaor
El Canario de Madrid dice que intervino en el
Café del Progreso y el guitarrista Salvador Ballesteros
escribe que cantó en el Salón Variedades, salón ubicado
dentro del Liceo Ríus.
-
Otra
madrugadora noticia acerca de la actividad artística de
La Trini
es la proporcionada por el cantaor
Rafael Pareja,
quien expone en sus Recuerdos y confesiones que
Antonio Chacón
estuvo con él en San Roque (Cádiz) y que hasta entonces,
de los cantaores, la supremacía se la repartían “Fosforito”
y “Chacón”.
En efecto. El cantaor, guitarrista, letrista y escritor
Fernando Rodríguez Gómez:
Fernando el de
Triana
redundaría en su libro Arte y artistas flamencos
sobre esta competencia artística entre ambos:
-
Recuerdo que allá por el año 86, cantaban: Chacón en el café
de Silverio, y Fosforito, en el Café del Burrero; y a ruegos
de la afición, tuvieron que entenderse las dos Empresas y
arreglar los turnos de los dos cantaores, de forma que
pudiera el público salir de escuchar a uno y llegar a tiempo
de escuchar al otro. ¡Cómo se ponía el trayecto entre la
calle Rosario y la calle Tarifa!
Verdaderas bandadas de aficionados de todas las clases
sociales comentaban lo que acababan de oír, deseando que
llegara el momento de escuchar al otro ídolo para después
iniciar con verdadero conocimiento crítico la labor
realizada por los dos competidores amistosos.
-
-
Antonio Chacón.
-
-
Y
continúa Pareja
con una precisión de interés para nuestro objeto:
-
Cuando
algún tiempo después vino este último
(Chacón)
conmigo a San Roque y escuchó los cantes de Gayarrito y “La
Trini”, arregló el suyo, ajustándolo a lo que había oído y
cuando regresamos a Sevilla, acabó el pugilato con
“Fosforito” a favor de don Antonio, que se hizo “amo del
cante”, especialmente por malagueñas y sólo se hablaba de él.
-
Este
acontecimiento debió ocurrir con anterioridad a 1889. En ese
año Chacón
se traslada a Málaga donde reside por espacio de cuatro
años, en amor y compañía de la Marquesa de Donadío:
la marquesita.
Y desde luego, a lo largo de tan dilatada estancia, tendría
numerosas oportunidades de escuchar a
La Trini
y de arreglar sus cantes, cosa que no sería de
sorprender ni de precisar por
Pareja
en su escrito. Deducimos pues, que el encuentro de ambos
artistas se produjo antes.
-
Quizás
durante aquellos días de
Pareja
en el Campo de
Gibraltar,
presenciara la simpática anécdota narrada en su libro, entre
los cantaores Paco
Botas
y El Colorao,
anécdota sucedida en La Línea de la Concepción (Cádiz) y de
la que fue testigo
La Trini.
-
Mas
proporciona Pareja otro indicio interesante. Dice que
La Trini cantó en el antiguo café sevillano
del Burrero, conocido igualmente por Café de la Escalerilla,
siendo propiedad de Manuel el Ecijano. Este
café pasó a detentarlo El Ecijano entre 1888
cuando Manuel Ojeda: El Burrero se
traslada al nuevo local del número 11 de la calle Sierpes y
el año 1897 cuando lo cierra definitivamente.
Consideramos así, que la actuación o las actuaciones de
La Trini en el citado antiguo Café del Burrero se
produjeron entre 1888 y 1890, año éste cuando la escucha por
primera vez Fernando el de Triana en el Café
del Turco, de Málaga.
Incluso, es posible que Chacón la escuchara en 1887
durante las anteriores estancias del jerezano en Málaga,
ciudad donde suponemos que residía Trinidad, al menos
a temporadas.
-
En 1889,
El Diario de Murcia da la composición del cuadro de
cante y baile del Café de España de aquella ciudad. En él
figura La Trini como cantaora, lo que nos
confirma que había profesionalizado completamente su
actividad artística. Y es de destacar la conformación del
cuadro: tocaor, Antonio Navarro; cantaor: José
Sánchez; cantaoras: Trinidad Navarro y Adela
Villa Claro; bailaoras: Juana Ruiz, María Ruiz y
Soledad Cruz.
-
Subrayamos que José Sánchez es el cantaor almeriense
Pepe el Marmolista, el mejor cantador del
sistema de Almería, según escribiera Fernando el
de Triana en Arte y artistas flamencos (p.
148). Y apuntamos la posibilidad de que el tocaor Antonio
Navarro tuviese algún parentesco con La Trini.
¿Quizás su hermano?
-
-
Primeras apariciones
documentadas en Málaga.
-
La
noticia documental más antigua hallada sobre las actuaciones
en Málaga de La Trini, la da el diario
malagueño La Unión Mercantil del 10 de septiembre de
1893. Este periódico había estado publicando desde el día
uno el siguiente breve:
-
JARDINES DE HERNÁN CORTÉS
-
Baile
Español. Intermedio por el tenor D. Antonio Navas.
-
El
baile español sería ejecutado por el cuadro dirigido por
el Sr. Ramos, exitosa compañía anunciada
repetidamente a partir del día tres. En su repertorio: El
bonito baile titulado “La Tertulia”, “La flamenca”,
“Sevillanas”, el baile bufo titulado “Ayer y hoy”, baile
“Inglés”, Una juerga en Sevilla, la sal de Andalucía,
“Soleares”, “Peteneras”, la Estrella, la Gallegada y
Malagueñas. Un repertorio de bailes de escuela bolera,
que tocaba con la punta de los dedos al arte flamenco. Tan
cercanos estaban que el día 10, junto al mentado elenco:
-
Además tomará parte diariamente la célebre cantadora
Trinidad Navarro, acompañándola el afamado guitarrista, (á)
“Paco el Aguila”.
-
¡Ahí es
nada! La Trini y Paco el Águila.
Toda una pareja de tronío. El día 13, La Trini
es sustituida por otra célebre cantadora: Dolores
Valdivia, que se cantará Cartageneras, como dicen
los papeles.
-
-
-
-
Francisco Reina: Paco el
Águila.
-
Foto Museo de la Peña Juan
Breva.
-
-
La
siguiente noticia malagueña en el tiempo, es ofrecida por la
revista El Crepúsculo del ocho de agosto de 1896. De
esta manera pone:
-
Los
cafés de la Loba y de “España,” son otros tantos centros de
reunión donde se dán cita la gente elegante. En el primero
de dichos cafés se dan brillantes conciertos por las
aplaudidas artistas Signorine Emma Stella, tiple cómica del
género italiano y español y Mademoiselle Augusta Bergés
artista internacionales, cantante, bailarina y excéntrica,
acompañadas al piano por el ilustre profesor Sr.
Santaolalla.
-
En el
café de “España” se cultiva otro género; pues á más del
baile español-francés por el notable cuadro que dirige el
maestro Sr. Vazquez, las distinguidas Srtas. Paca Aguilera y
la célebre Trini cantan por malagueñas acompañadas á el
piano por el eminente profesor D. Cálos Sánchez, haciendo
las delicias del elegante público que concurre diariamente á
aplaudirlas.
-
Pues
henos aquí a una Trini calificada como
célebre a sus 28 años –si nació en 1868- compartiendo el
escenario del Café de España con Paca Aguilera,
a quienes acompañaba el eminente profesor D.
Carlos Sánchez. Y no nos sorprende si lo hizo al
piano. Carlos Sánchez Atero fue un músico, padre de
músicos, quien aunque dedicó preferentemente su actividad
profesional y artística al toque y a la construcción de
guitarras, también dominó el piano.
No sería ésta una errata del periódico, a lo mejor.
-
-
-
-
En
realidad, se trataría de una serie de actuaciones, serie
cuyos umbrales cronológicos precisos desconocemos y cuyo
final ocurriría no mucho más tarde, porque nos consta que el
día 29 del mismo mes cantaba La Trini en el
Café de Chinitas, mudanza que no nos sorprende.
-
Conocemos un bellísimo cartel impreso en seda -el ejemplar
consultado es patrimonio del museo de la Peña Juan Breva-
difundiendo la función a desarrollar en el escenario del
malagueño y legendario Café de Chinitas, a las siete y media
de la tarde del sábado 29 de agosto de 1896, con entrada al
consumo: no había que adquirir entrada para presenciar las
actuaciones, pero se exigía consumir alguna libación.
-
Comienza el cartel
alertando que dicha función inauguraba la temporada de
invierno -¡temprano invierno!-, que era nueva la empresa
regente del café y da los nombres del director del cuadro de
verso y el de la primera actriz:
-
La Empresa que ha
tomado a su cargo este centro de recreo, no ha omitido
gastos ni sacrificio, para presentar este local á la altura
de los mejores de los de su clase; y contratar á las
primeras notabilidades del género andaluz, como igualmente
un buen cuadro de verso, bajo la dirección del popular y
aplaudido actor cómico
-
D. JOSE
Mª ARAGON
-
y donde figura la
inteligente primera actriz
-
Dª.
MARIA DEL RIO
-
Continúa detallando la composición del cuadro andaluz:
-
CUADRO ANDALUZ
-
Tocador de guitarra.-
El distinguido Profesor
-
CARLOS SANCHEZ
-
BAILADORAS.- Las
célebres y simpáticas Antonia y Josefa Ruedas, (de Sevilla),
la notable y aplaudida Lola Torozio, conocida por la Roteña
chica (de Cádiz) y la simpática Milagro Gallardo (de
Sanlúcar de Barrameda), desconocidas de este público.
-
CANTADORAS.- La célebre
cantadora por Malagueñas Trinidad Martín,
(La Trini de Málaga) y la renombrada y simpática Paca
Aguilera (de Jerez),
no conocida del público malagueño.
-
Amenizando el espectáculo con intermedio de piano, por
el Profesor D. Francisco Orellana.
-
Veamos
el orden de la función programada para ese día:
-
ORDEN
DE LA FUNCION
-
1º.- Sinfonía.
-
2º.- Cante y baile por el gran Cuadro Andaluz.
-
3º.- El divertido juguete cómico, original del Sr.
Lustonó, titulado
-
BASTA
DE SUEGRAS
-
puesto en escena por el
Sr. Aragón, acompañándole las primeras figuras de la
compañía.
-
4º.- Cante y baile
andaluz.
-
5º.- La comedia en un
acto, del Sr. Castilla, denominada
-
GUERRA
A LAS MUJERES
-
6º.- Baile.-
Sevillanas.
-
7º.- El disparate
cómico, intitulado
-
EL
SUTIL TRAMPOSO
-
Indiscutiblemente, atractiva función donde alternaba el arte
flamenco con el teatro, un teatro a calificar de género
ínfimo. Pero no le faltaba el trabajo a la célebre
Trini, quien volvía a cantar junto a Paca
Aguilera y ambas eran acompañadas por Carlos
Sánchez Atero.
-
-
-
Paca Aguilera.
-
-
-
1897: Un año crucial.
-
En la
vida de La Trini,
el año 1897 se configuró con una importancia crucial. A los
cuatro meses de iniciarse, el día 12 de abril,
La Trini
sufriría una
severa intervención quirúrgica de dos horas de duración, a
causa de una parametritis supurada.
La operación fue practicada por el célebre médico y
cirujano
José Gálvez Ginachero
en el Hospital Civil de Málaga, operación magníficamente
glosada por el médico y escritor
Gustavo
García-Herrera.
Leamos lo que narró en su capítulo 1897-Una anécdota
curiosa:
-
Allá
por los primeros días de abril del 97, asiste a la consulta
de la sala de San Pablo, una enferma que destaca entre las
habituales, que en crecido número acuden a los consejos del
nuevo médico del Hospital, cuya pericia y éxitos se comentan
en todos los barrios de la ciudad.
-
Es una
mujer de mediana estatura, cabellos rubios con rizado
natural; rostro, que sin ser bello, posee indiscutible
atractivo, acaso por su pequeña boca, nariz respingoncilla y
ojos melados. Viste con señalada elegancia, costosos
vestidos, que sabe llevar con la distinción de una reina. Su
cara de sufrimiento y extrema palidez, hacen aún más
interesante la figura. Es persona bien conocida en Málaga.
Su nombre, Trini, y su crédito como “cantaora” de
malagueñas, indiscutible.
-
Discípula del genial “Juan Breva”, había asimilado “algo”
del estilo del maestro (“todo” no era posible, pues Juan era
inimitable), lo que unido a portentosas facultades, le
encumbraron bien pronto a estrella del “cante jondo” y en el
“tablao” del café-teatro del Turco, hizo por los años 1890
al 95, las delicias de los “enteraos” del cante y los
simples aficionados.
-
Esta
Trini, cargada de dolores, se presenta una mañana a la
consulta de Gálvez en el Hospital Civil. Bien delata su
rostro que algún grave mal le consume. Quiere conservar
empaque aristocrático y modales de señora, pero un perro le
corroe las entrañas haciéndola andar encorvada y a pequeños
pasos, con frecuentes paradas. A pesar de todo, no se come
la pena callando; habla, siempre que hay ocasión para ello,
con mezcla de flamenquería y gachona dulzura, cortando las
palabras y acariciando el oído con las zetas.
-
No
tarda en verse sentada ante la mesa de don José. Ambos se
escrutan; ella extrañada de que el sabio de que le han
hablado sea este hombre de 32 años, con poblada barba de
abencerraje, mirar enigmático tras unas gruesas antiparras y
de muy pocas, poquísimas palabras. El, atento y compasivo,
ante una mujer que refleja el sufrimiento en la mirada y
quiere aliviarlo contándoselo. Pronto sabe (y va
escribiéndolo en la historia clínica) que su paciente se
llama Trinidad Navarro Carrillo, nacida en Málaga y tiene 27
años.
Su padre murió de viejo y tuvo once hijos. Sólo viven tres y
Trini es uno de ellos. (¡Qué tragedia oculta esta
mortandad!). A la pregunta -¿Cuál es su profesión? Contesta
Trini con un dejo de tristeza: “Cantaora de flamenco”. Don
José anota: Cantante.
-
Refiere
que viene enferma desde hace cuatro años, pero hace unos
meses está peor; fiebres, dolores y hemorragias.
-
Terminada la exploración, toma el doctor unas notas y se
limita a decir:
-
-
Será
preciso encamarla y hacerle una pequeña operación.
-
Trini
asiente y aquella noche duerme ya en el Hospital.
-
Tras
varios días de reposo y observación, al pasar don José su
diaria visita, se acerca a la cama y le dice:
-
“Mañana
la operaré”. “La cosa no tiene mucha trascendencia, pero si
usted quiere, convendría arreglarse sus problemas
espirituales. Puede venir un sacerdote…”
-
Trini
que le había escuchado, hasta aquel momento, con atención,
pero tranquila, como movida por un resorte se yergue en la
cama y le increpa:
-
-
¿Un
cura? … Ni hablar…
-
Yo no
quiero que venga a verme ningún cura; si me voy a morir… me
moriré como he vivido… cantando… y si quiere usted saber por
qué, se lo diré con esta malagueña. Y sin aguardar más
respuesta y ante el asombro de Gálvez le canta –no a pleno
pulmón- pues sus decaídas fuerzas no le dejan, pero sí a
media voz, claramente audible y acariciante:
-
El
camino de la “vía”
-
regando voy con mi llanto
-
(el
camino de la “vía”),
-
son
tan grandes mis quebrantos
-
que
tengo la fe perdía
-
y
el mundo me causa espanto.
-
Las
estrofas salidas de aquella privilegiada garganta, plenas de
sufrimientos físicos y morales, retienen unos segundos al
doctor a los pies de la cama. Luego… sin el menor
comentario, prosigue la visita.
-
No la
opera al siguiente día. Dice, a la hermana de la sala, que
conviene demorar la intervención unos días, pues encuentra a
la enferma algo nerviosa.
-
Al fin,
el día 12 de ese mismo mes, es llevada a la mesa de
operaciones. Las incidencias del acto quirúrgico se relatan
al final, en copia textual de la historia clínica.
-
A los
trece días de intervenida y tras un post-operatorio
excelente, es dada de alta.
-
Pasa
don José visita el día 12 y se acerca a la cama de Trini.
-
-
¿Cómo
se encuentra?
-
-
A Dios
gracias, muy bien, responde la interpelada.
-
-
Pues ya
mañana puede marcharse a casa.
-
Al
siguiente día, en la cotidiana revisión, la encuentra don
José a los pies de la cama, vestida en traje de calle y con
su maletita en la mano.
-
-
¿Qué,
de marcha?
-
-
Sí.
Pero no quería irme sin decirle una cosa: Que Dios le pague
todo el bien que me ha hecho… y además, (aquí vacila un
momento y bajando los ojos, dice quedamente): Ayer vino el
sacerdote y me confesé.
-
Don
José, por toda réplica contesta: ¡Adiós! –y sigue su visita.
Pero pudo apreciarse, a través de las siete dioptrías de sus
cristales, cómo unas lágrimas empañaban sus ojos.
-
De esta
emotiva historia quedó el recuerdo gráfico del caso clínico,
tal y como lo escribió, de su puño y letra, el doctor
Gálvez.
-
Paremetritis supurada
-
Número
69 – Ingresa el 1-IV-1897.
-
Trinidad Navarro Carrillo.
-
27 años
– Soltera – de Málaga – Cantante.
-
Padre
muerto de viejo. De once hermanos, tres vivos. Menstruada a
los once años. Después siempre regular 3-4 días.
-
Hace
cuatro años dolor intenso en la parte inferior del vientre
que le obligó a estar un mes en cama. Desde entonces
dismenorrea.
-
Hace
cuatro meses amaneció un día con un dolor intenso en el
vientre y desde entonces, le ha durado con alternativos
hasta ahora. Ha tenido fiebres y hemorragias casi continuas
aunque no muy grandes.
-
Examen.
– Enferma demacrada. Por la exploración se encuentra un
tumor del tamaño del puño o más, que ocupa la mitad derecha
de la pelvis. El útero está desviado a la izquierda y todo
él rodeado de masas induradas. Diagnóstico una salpingitis
purulenta del lado derecho enclavada, lo mismo que el útero,
en medio de grandes masas para y perimétricas.
-
Se
decide, vista la gran distancia que separa el tumor tanto de
la pared del vientre como de la vagina, hacer la
histerctomía vaginal, como medio más seguro que la punción y
así se pone en práctica el 12-IV-97 con asistencia de los
señores Souvirón, Nicolich y Collantes. La operación comenzó
por incidir alrededor del cuelo, más cerca del hocico de
tenca por delante que por detrás, y en desprender la mucosa
todo alrededor. La cavidad uterina medía 8 centímetros. Bien
trabajoso fue el despegamiento pero al fin conseguí
efectuarlo en la altura del cuello. Intentando desprender la
vejiga de la cara anterior del útero con cortes de tijera
perpendiculares a la dirección del órgano, según aconseja
Laudon, y progresando el desprendimiento con excesiva
lentitud, traté de ayudarme con el dedo y el extremo del
separador, a la vez que incidía la cara anterior del útero
desde el orificio externo y efectuaba grandes tracciones
mediante pinzas de Musseux. Estas maniobras fueron seguidas
de algún descenso, pero insignificante y cuando creí haber
roto el peritoneo y llegado a la extremidad superior del
útero con el dedo, me encontré con que lo que había hecho
era dividir transversalmente el útero. En esta situación
coloqué pinzas sobre las uterinas, dividí con las tijeras el
trozo de cuello asegurado por ellas, coloqué otras por
encima, separé otro fragmente de tejido y así hasta colocar
cuatro pinzas de cada lado, que aseguraron por el pronto y
casi en absoluto la hemostasia. Durante las maniobras se
escapó algún pus por la vagina, pero en escasísima cantidad
en relación al volumen de la masa inflamatoria encontrada
antes por la exploración.
-
Siendo
inaccesible la mitad superior de útero, se dió por terminada
la operación que había durado dos horas.
-
Esta
histerectomía incompleta es la más laboriosa de las
efectuadas hasta la fecha.
-
Concluido el acto se taponó sólidamente la vagina con gasa
iodofórmica y se colocó una sonda de Nelatón en la vejiga.
-
Qrina
clara.
-
12
– 37
-
13
37 37
-
14
36’ 8 37’2
-
15
37 37
-
16
36’8 27’2
-
17
38’8 ?
-
18
? 37’5
-
19
36’5 37
-
20
? ?
-
21 y
siguientes apirética.
-
25 ALTA.
-
Bajo el
punto médico los acontecimientos se desarrollaron sin
alarmantes incidencias y el proceso quirúrgico siguió un
curso normal.
-
No
debió parecerle así a la Trini. A las cuarenta y ocho horas
de operada sintió encontrarse muy mal, tan mala, que
aquellas fechas quedaron grabadas, de manera indeleble en su
psiquismo. Fijadas, con tan acentuados matices, que mucho
tiempo después, cada vez que cantaba, se complacía en
recordarlo en sus trinos:
-
No
se borra de mi mente
-
el
día catorce de abril,
-
(no
se borra de mi mente).
-
Y
siempre tendré presente
-
que
en ese día me vi
-
a
las puertas de la muerte.
-
Quizás
porque su restablecimiento fuese rápido, caso dudoso, o bien
porque el quebranto económico que le supondría el pago de su
operación y su hospitalización la abocase a reanudar pronto
su trabajo, el hecho es que sólo dos meses y unos días
después, el 25 de junio es anunciada de este modo una serie
de actuaciones por el periódico La Unión Mercantil:
-
CAFÉ
DE ESPAÑA (Plaza de la Constitución.) A petición de varios
parroquianos han sido contratados por el dueño de dicho
establecimiento la renombrada cantadora por malagueñas
conocida por “La Trini” y el no menos celebrado profesor de
guitarra D. Cárlos Sánchez, los cuales harán su debut esta
noche, alternando con el cuadro de baile español-francés que
en el mismo actúa.
-
Entrada al consumo, siendo los ensayos de una á tres de la
tarde.
-
No había
pasado un mes cuando el 14 de julio regresa La Trini
al España tras haber estado actuando en Algeciras:
-
CAFÉ
DE ESPAÑA (Plaza de la Constitución).
-
Función para esta noche.
-
Después de haber extinguido el contrato que llevó para
Algeciras la celebrada cantadora por malagueñas conocida por
la “Trini”, hoy reaparecerá en dicho establecimiento
acompañada del reputado profesor de guitarra D. Carlos
Sánchez.
-
Alternará además el renombrado cuadro de baile
español-francés que dirige el maestro Sr. Vázquez.
-
Y el 22
de julio se introduce una importante novedad:
-
Función para esta noche. Debut de la célebre cantadora por
malagueñas señorita Paca Aguilera acompañada del reputado
profesor de guitarra D. Carlos Sanchez y de la no menos
celebrada cantadora del mismo género conocida por la
“Trini”.
-
Alternará ademas el renombrado cuadro de baile
español-francés que dirige el maestro Sr. Vazquez.
-
Entrada al consumo, siendo los ensayos de una á tres de la
tarde.
-
Así
hasta el 22 de agosto. Cinco días después, el 27, cambia
La Trini de escenario y regresa al Café de
Chinitas, mientras Paca Aguilera continúa en
el Café de España:
-
CAFÉ
CANTANTE-CHINITAS.- Pasage de Alvarez, 71.- Funcion diaria
de cante y baile andaluz, donde figuran las célebres
cantadoras y bailadoras Lola Torocio (a) La Roteña,
Esperanza (a) La Bonita, Josefa Díaz (a) la Oro, notable
bailadora de tangos; la Dulce Ramírez y la sin rival
cantadora conocida por la Trini. Intermedios por el cuadro
cómico que dirige D. José Maria Aragon. A las siete y
media.- Entrada al consumo.
-
Célebre, renombrada, no menos celebrada y ahora, sin
rival: todo un repertorio de elogios hacia el arte de
La Trini. El párrafo continúa en el diario hasta
el nueve de noviembre. No obstante, el periodista y escritor
Gonzalo Rojo afirma que en septiembre de este
año 1897 se le tributó un homenaje en el teatro Vital Aza de
Madrid, espectáculo organizado por Juan Breva
a causa de la crisis económica que debió producir a
La Trini el pago de su operación y su forzada
convalecencia, suponemos, una crisis no recuperada con los
ingresos proporcionados por sus actuaciones en el Café de
España y en el de Chinitas.
-
-
-
-
Antonio Ortega Escalona:
Juan Breva.
-
-
-
En el
espectáculo intervinieron Fernando el de Triana,
Carito, Dolores la Parrala y el guitarrista
Maestro Pérez,
junto a Juan Breva.
-
-
-
Antonio Pérez: El Maestro
Pérez.
-
-
-
Fue un
homenaje de positivo éxito económico.
Sin embargo, el único día de septiembre cuando no son
divulgadas en la prensa las actuaciones de La Trini
en el Café de Chinitas es el siete. ¿Sería ésta la fecha
cuando fue programado el homenaje? Puede. Mas dudamos que
usando inevitablemente los medios de locomoción de entonces,
consiguiese ir a Madrid y volver a Málaga en sólo dos días.
A lo mejor no fue en septiembre.
-
Sea como
fuere, La Trini continuó cantando en El
Chinitas durante los meses de octubre y noviembre, como
expresa La Unión Mercantil. Una larga temporada de
Trinidad actuando en los cafés cantantes de Málaga, si
contamos desde el 25 de junio hasta el 30 de noviembre, lo
que nos reitera que 1897 fue un año crucial en su vida.
-
En 1902
canta en el Café Filarmónico y en el Café Novedades, de
Sevilla, cuya temporada inauguró en el mes de septiembre.
Junto a La Trini, formaban el elenco de este
Café Novedades: La Macarrona, La Malena, La Sordita,
La Melliza, La Roteña, Rita Ortega, Enriqueta la Macaca, La
Junquera, El Tiznao, Antonio Chacón y el tocaor
Pepe el Ecijano.
Otro cuadro de lujo.
-
-
-
La
Macarrona.
-
-
-
El ventorrillo de La
Trini.
-
Desde el
nueve de noviembre de 1897 dejamos de encontrar noticias
documentales sobre la actividad de La Trini
hasta1904. En el padrón municipal de Málaga de aquel año se
inscribe como casada con Ignacio Maroto Sánchez,
nacido en Valdepeñas (Ciudad Real) e industrial
de profesión. Según Manuel Yerga Lancharro, el
casorio fue contraído en 1903,
el año anterior, cuando Trinidad podía contar 35
años: no era nada joven para enmaridar, desde luego. Es éste
otro indicio que nos hace sospechar que naciera después de
1868.
-
El
domicilio del matrimonio estaba en la calle Málaga-Caleta,
número 10. Ignacio
decía tener 40 años, y 36 años
Trinidad,
pero existe un dato erróneo en el padrón, dato a
confundirnos. Afirma de
Trinidad
que había nacido en Granada, que había sido bautizada en la
parroquia de Santa Ana y que la pareja llevaba 11 años
residiendo en Málaga. Lo más seguro es que se refiera a la
parroquia donde la pareja
Maroto-Navarro
contrajo matrimonio. En los demás padrones,
Trinidad
aparece indefectiblemente como nacida en Málaga y bautizada
en la parroquia de la Santa Cruz y San Felipe Neri. En estos
datos existe unanimidad.
-
Lo
convincente es que
Trinidad
residiera algún tiempo en Granada por motivos familiares y
allí se casase.
Nos
aboca a suponerlo que en 1905 empadrona el matrimonio en su
casa a Josefa
y a Carmen Navarro
López,
de 19 y 12 años respectivamente, sobrinas de
Trinidad.
Y las dos fueron bautizadas en la parroquia granadina de
Santa Ana. Relacionando este hecho con el error mentado del
padrón de 1904 y con la noticia de la actuación de
La Trini
en Granada en 1883, se nos abre la duda sobre si
La Trini
residió en Granada. Pensaríamos que los
Navarro Carrillo
viviesen en Granada, además de en Sevilla, o quizás alguno/s
de sus miembros.
-
Observamos también que el número del ventorrillo había
cambiado en 1905: era el 12. Al año siguiente, en 1906,
Carmen
desaparece del padrón. ¿Se casó con sólo 13 años? ¿Murió?
¿Regresó a Granada? En cambio, se avecina la criada
Pilar Marqués Díaz,
de Málaga, con 30 años de edad.
No les iría mal la rentabilidad del ventorrillo al
matrimonio
Maroto-Navarro.
-
En 1907
es la niña Trinidad
Maroto Navarro,
de cuatro años, quien es anotada junto a sus padres
Ignacio
y
Trinidad,
pero al siguiente año no se la inscribe en el padrón
correspondiente.
Ignoramos los motivos. ¿Moriría? La mortalidad infantil
in illo tempore era espeluznante.
-
Por
alguna razón, La
Trini
había decidido en 1905 traspasar su venta. Para ello, el día
14 de julio publica un anuncio en La Unión Mercantil.
Sin embargo, por lo comprobado, el traspaso no se efectuó en
esa fecha.
-
Fernando el de Triana,
compañero y admirador de
La Trini,
hizo en
su libro Arte y artistas flamencos el siguiente
relato de una juerga muy especial, juerga desarrollada en el
ventorrillo de La
Trini:
-
La
última vez que la escuché fué el año 1907. En esa época
cantaba yo en el café Chinitas, y una mañana me invitó D.
Cipriano Martínez, dueño del restaurante La Alegría para que
asistiera yo, y que a la vez les avisara a los guitarristas
Santiago Segovia el Ciego y a Santos Ramos, más al excelente
cantador Rafael el Moreno,
para entre los cuatro amenizar una comida que el señor
Martínez daba en honor de su íntimo amigo Cayetano Muriel,
Niño de Cabra,
en el
ventorrillo de la Trini.
-
La
comida fué espléndida y servida en aquella magnífica azotea
junto al mar, que era un encanto.
-
El vino
que se bebía, Carta Blanca, así es que las guitarras sonaban
a gloria; y como el homenajeado es un cantador, no hay para
qué decir que tanto Rafael el Moreno como yo sacamos a
relucir todos los trapitos de cristianar, como suele
decirse, y cantábamos con las de “Ganalón”; ¡pero ni por
esas!, Cayetano no se arrancaba, ni se arrancó una vez
siquiera: entonces, en un momento en que estaba entre
nosotros Trinidad, tuvo un arranque de esos que no tienen
más que los verdaderos artistas y con la suavidad y dulzura
que hablaba aquella virtuosa del cante por malagueñas,
dirigiéndose a la reunión, dijo: -Señores, yo, en vista de
lo a gusto que veo que están ustedes y que a pesar de eso el
homenajeado no dice esta boca es mía, si ustedes me lo
permiten voy a cantar una coplita; porque yo también estoy
muy a gusto en la reunión y no puedo demostrarlo de otra
manera.
-
Se
chocaron las copas, se dieron vivas a la Trini, sonaron las
guitarras, y hasta el mar, a cuya orilla estábamos, perecía
recoger sus olas sin el ruido natural de la “reventazón”
sobre la playa, como si se les hubiera dicho: ¡Callarse, que
va a cantar la Trini!
-
¡Las
olas callaron y la Trini cantó! Es decir, aquello no fué
cantar, fué hacer llorar a más de veinte hombres que con
religioso silencio la escuchábamos. Con esta copla nos
despidió, la que según mi opinión, ha sido la mejor
cantadora de malagueñas conocida hasta hoy:
-
Cuando me pongo a pensar
-
lo
lejos que estoy de ti,
-
no
me canso de llorar:
-
porque sé que te perdí,
-
para no verte jamás
-
(pp. 97-98).
-
Desde luego, conmueve el derroche de
sentimiento y lirismo vertido por Fernando el de
Triana en estos párrafos. Y desde luego, hubo
juergas excelentes en La Caleta: lo acabamos de comprobar.
-
Sebastián Muñoz: El Pena
contaría al buen aficionado y amigo nuestro que fue José
Márquez Cabello:
-
Cayetano se ponía “morao”
con las cazuelas de longaniza que les preparaba la Trini en
su ventorro malagueño y que estaban para chuparse los dedos,
por lo que con su peculiar estilo entonaba aquella letra:
-
De jamón y longaniza
-
yo me iría a la choriza
-
porque me gusta tener
-
la barba muy pringosita.
-
¡Cualquier cosa debía ser
Cayetano Muriel a la mesa! Bien pudo ser una excelente
cazuela de longaniza la degustada en el transcurso de
aquella comida espléndida en el ventorrillo de
La Trini. Se dice que Cayetano, cuando era
contratado para una juerga, exigía la invitación a cenar más
su retribución económica. Esto es, lo denominado hoy
catering, más o menos. Y las cenas de Cayetano
eran tan copiosas que por su abundancia, asombraban a los
anfitriones. A menudo surgían comentarios de admiración:
-
-
Maestro, ¿no dicen que “los
flamencos no comen”?, que “con el estómago lleno no se puede
cantar”…?
-
Y contestaba El Niño
de Cabra:
-
- No, hombre, no. Como no se
puede cantar es con el estómago vacío.
-
Una sabia e irónica
respuesta evocadora de la máxima latina: primum vivere,
deinde philosophare.
-
Diego el Perote
solía contar un chascarrillo de
inocente gracia, y quizás de su propia invención, ubicado a
las puertas del ventorrillo de La Trini:
-
A la venta de La Trini llegó una vez uno de Álora, y llegó
un pescaó con un burro con dos capachos cargaos de sardinas.
Y le dice el de Álora:
-
-
¿Quiere usté un par e pesetas y me como
unas sardinitas de ésas?
-
Por muchas que se comiera, se podía
comer un cuarto kilo. Pero empezó a comé sardinas, y venga a
comé sardinas, cabezas y tó. Y le dice el pescaó:
-
-
¿Pero hombre, no le quita usté las
cabezas ni ná?
-
-
No, al primer capacho no se las quito
nunca.
-
-
Pos
arre, que se va a comé este tío las sardinas, los capachos,
el borrico y a mí y tó. ¡¡¡Arre!!!
.
-
-
Últimas noticias.
-
1907
sería otro año agitado para La Trini. La
juerga referida por Fernando el de Triana
ocurriría con anterioridad al mes de agosto. El día cuatro
de dicho mes, aparece en el diario El Popular este
anuncio:
-
Venta
Alegre (antes: La Trini). C/. Málaga, 12. La Caleta.
-
Evidentemente, La Trini había traspasado su
venta, pero por alguna enigmática razón, continúa
empadronada en ella al año siguiente, en 1908.
Pensamos si debió llegar a algún acuerdo de habitabilidad
con el nuevo regente. Y escribe Manuel Yerga Lancharro:
-
En
1911, el matrimonio con su hija se trasladó a la casa número
12 de la calle de Antonio Luis Carrión, en cuyo domicilio y
poco tiempo después, falleció Ignacio. La niña ha
desaparecido del hogar materno, sin que haya podido
averiguar si falleció o si fue internada en algún centro
educativo.
-
En 1909
y 1910 no está empadronado el matrimonio Maroto-Navarro
en el nº 12 de la calle Málaga-Caleta (también: calle
Málaga-Bella Vista), ni en el callejón de La Trini –esquina
al ventorrillo-, ni en el nº 12 de la calle Antonio Luis
Carrión. Puede que transitoriamente habitaran en otro
domicilio. Es entre 1911 y 1915 cuando nos lo topamos
viviendo en el piso principal de esta casa.
Mas continuemos siguiendo a Yerga:
-
Por
último, “La Trini” aparece empadronada en la misma calle y
número, así: Doña Trinidad Navarro Carrillo, de Málaga,
viuda, de cuarenta y nueve años de edad. Señorita Pastora
Pabón Cruz “Niña de los Peines”, artista, de ventiséis años
de edad, de estado soltera. Lleva residiendo dos años.
-
En este
punto, no se muestra
Manuel Yerga
riguroso. Da la impresión de no haber sido él quien
consultase personalmente los padrones. En efecto, es en 1917
cuando se empadrona en este domicilio
La Niña de los Peines.
Sin embargo y extrañamente, no lo hace el matrimonio
Maroto-Navarro,
ni lo había hecho en 1916.
Desconocemos los motivos, aunque lo sensato es pensar que
residían allí. Éstos son los datos que arroja el padrón
sobre
La Niña de los Peines:
-
Pastora
Pabón Cruz. 26 años. Nacida en Sevilla, parroquia de San
Vicente. Soltera. Artista. Lleva dos años de residencia.
Sabe leer y escribir.
-
Sin
indicación de piso y junto a ella, se empadrona: Carmen
Ruiz Martínez. 23 años. Nacida en Carmona, parroquia de San
José. Soltera. De profesión: las propias de su sexo. Lleva
dos años de residencia. Sabe leer y escribir. Ignoramos
quien era Carmen Ruiz
Martínez
y si convivía con
Pastora,
pero
existen indiscutibles afinidades entre ambas que nos han
llevado a referirla.
-
En este
mismo año 1917 recibe
La Trini
otro homenaje. El evento se desarrollaría en el Teatro
Novedades, de Málaga, según informa
Gonzalo Rojo.
-
La
última ocasión cuando hallamos a
Ignacio
y a Trinidad
en el referido domicilio, es en 1918. Y desde luego, la
documentación resulta bastante confusa. Como hemos apuntado
en las notas, en ese año existen dobles padrones. En uno de
ellos figura Ignacio
Maroto.
Aparece solo y el único dato que se da de él, es que pagaba
720 de alquiler.
Y en el otro padrón:
Trinidad Navarro Carrillo,
nacida en Málaga, parroquia de San Felipe. Hija de
Francisco
y de Ana.
Con 40 años. De estado civil, viuda. De profesión: su casa.
Sabe leer y escribir.
-
Lo más
razonable es pensar que medió algún tiempo entre la recogida
de datos para la realización de ambos padrones, tiempo
cuando falleció
Ignacio.
Pero hay más. En el paroxismo de la confusión, junto a
Trinidad
es inscrita como hija
Rosario Fernández Cortés,
con 25 años, de Málaga, parroquia de San Felipe, hija de
Vicente
y de Consuelo,
soltera, de profesión: su casa, sabe leer y escribir. Como
salta a la vista, no existe ninguna filiación coincidente
con Trinidad
ni con Ignacio.
-
-
El
cante de La Trini. Su escuela cantaora.
-
Autora
de tres diferentes y soberbios estilos de malagueñas,
La Trini
ha sido reconocida por la historia como una de las más
geniales creadoras de este bellísimo género. O la más genial
de todos aquellos ínclitos compositores. El cante por
malagueñas -no sólo flamencas- procuró furor en los gustos
de los públicos a lo largo del siglo XIX y de las tres
primeras décadas del XX. Para considerar figura a
cualquier cantaor, necesitaba éste crear al menos una
Malagueña singular, su malagueña. A más de treinta se
eleva el inventario de las que hoy reconocemos originales,
con personalidad propia, con suficientes rasgos distintivos
para erigirse en pieza única, en genuina. A la cabeza y
ejerciendo de modelo inspirador, las de
La Trini.
-
Y
arrebatadora sería la calidad cantaora de
Trinidad.
Sólo hemos encontrado elogios hacia ella, piropos de los más
apasionados y encendidos, tanto por la prensa, siempre tan
sospechosa de interesada, como de sus compañeros en el arte,
quienes nos merecen todas las garantías de sinceridad. No
alcanzamos a imaginar los motivos por los cuales no nos dejó
su voz en registros discográficos. Pero es cierto: no grabó.
El único recurso que nos queda para intuir lo que sería su
arte, es acudir a su escuela estilística.
-
Entre
los seguidores fieles de los cantes de
La Trini
debemos
mencionar a Paca
Aguilera,
compañera de Trinidad
como queda documentado y de quien diría
Fernando el de Triana:
-
Esta
fue la cantadora que mejor imitó a la Trini (gloria del
pueblo malagueño y figura gigantesca del cante andaluz);
(...) copió el
cante de la Trini con tanta exactitud, que en ciertos
momentos y detalles de los cantes no le faltaba más que
llamarse Trinidad.
-
Pues a
través de las grabaciones de
Paca Aguilera
podemos formarnos una idea real del cante de
La Trini.
-
Otro
conocedor directo y seguidor de su estilo sería
Sebastián Muñoz Beigveder:
El Pena, padre,
de
quien existen excelentes impresiones discográficas.
Y otro,
Diego Beigveder
Morilla: Diego el Perote,
quien
cantó numerosas veces en el ventorrillo de
La Trini
y la escuchó a menudo:
-
En La
Caleta tenía La Trini un ventorrillo, la cantaora ésa tan
buena. Allí iba yo de noche a trabajar, que allí es donde
uno se podía ventilar una peseta. Había seis o siete ventas.
Iban los señores de Málaga a divertirse allí, llamaban a los
cantaores... Algunos llevaban mujeres de la vida...
-
También
hemos visto como se alojó en su casa –o su antigua casa-
La Niña de los
Peines,
durante
una época cuando la cantaora sevillana residió en Málaga, lo
que evidencia una segura afinidad entre ambas. Mucho y bueno
imaginamos que debió aprender
Pastora
de Trinidad,
aunque no fuera acerca de las malagueñas por no ser éste uno
de los palos fuertes de
La Niña de los Peines.
O al menos, no fue de los más cultivados por ella, quién
sabe si por no demandárselo ni su público, ni los
productores de sus grabaciones discográficas, y muy a su
pesar…
-
-
Un
indiscutible atractivo y una personalidad
controvertida.
-
Según
la descripción vertida por
Gustavo García Herrera,
La Trini
era
-
una
mujer de mediana estatura, cabellos rubios con rizado
natural; rostro que sin ser bello, posee indiscutible
atractivo, acaso por su pequeña boca, nariz respingoncilla y
ojos melados. Viste con señalada elegancia, costosos
vestidos, que sabe llevar con la distinción de una reina
(p.
26).
-
Es
descripción que corroboramos a la vista de su fotografía. Si
no poseía una belleza arrolladora, no se le puede negar un
indiscutible atractivo, un evidente glamour
que agigantaría su saber lucir, como acabamos de
leer, y su saber estar, como le hemos leído a
Fernando el de Triana.
Todo ello conformaba un formidable armamento para arropar su
arte cantaor sobre los escenarios, para garantizar su éxito.
-
Pero su
buena estrella no duró. Hubo dos hechos en la vida de
La Trini
que la hicieron caer en desgracia y que oscurecieron el
final de su existencia. Uno fue la relación que mantuvo con
Agustín el
Caracolero.
El tratadista Jorge
Martín Salazar
califica a Agustín
de inquietante figura de chulo brutal y sentimentaloide,
aficionado al cuchillo y vanidoso autor de coplas en su
mayoría plagiadas, que luego las hacía cantar a su amante.
Y no estuvo falto de razón,
Jorge.
Coincide con las demás opiniones que sobre
Agustín
nos han llegado de quienes lo conocieron, opiniones siempre
expresadas verbalmente.
-
De los
peores frutos o el peor de los obtenidos por
La Trini
en esta fatal relación fue la pérdida de un ojo. Así cuenta
Jorge Martín Salazar
el dramático suceso:
-
Las
turbias relaciones culminaron cuando, tras una de las
frecuentes riñas, el Caracolero intentó congraciarse con la
Trini ofreciéndole una aceituna pinchada en la punta de su
faca; en el forcejeo, el arma tropezó con uno de los ojos de
la cantaora dejándola tuerta para los restos.
-
Rafael Pareja
narra el hecho de forma muy parecida. Desde luego, se
equivoca cuando dice que la letra No se borra de mi mente
/ día catorce de abril... debe su composición a este
sucedido. Pero continúa:
-
En esta
letra aludía al triste suceso que le había ocurrido en esa
fecha, con un amigo, a quien ella quería mucho y que jugando
le había clavado un tenedor en un ojo, que perdió. Fue un
hecho desdichado que tuvo decisiva influencia en su vida
artística, pues quizás debido a la pena que le corroía su
alma fue perdiendo facultades, apagándose su voz poco a
poco, hasta terminar exhalando tristes lamentos, con su
magnífico estilo, que conmovían profundamente.
-
Por el
contrario, Diego
el Perote
se mostraba contrario a esta versión y daba la suya:
-
Ya ves
si cantaba bien La Trini que venía Chacón a escucharla. Era
una cantaora mu buena. Mu buenos ratos hemos echao. Mu
simpática. Una señora. No parecía cantaora siquiera.
(...)
Se
quedó tuerta porque el marío le tiró un tenedor y se lo
clavó en el ojo, y la dejó tuerta a la pobre. Que es mentira
eso de que un querío le saltó un ojo con una navaja, eso es
mentira. Qué manera de hablar la gente cosas que no son.
-
A pesar
de conocer y convivir artísticamente con
La Trini,
a quien le guardaba un cariñoso y respetuoso recuerdo,
Diego
nos parece poco sincero en este particular. Demasiado
artificiosa resulta su versión. Puede que llevado por su
cariño, su admiración y su respeto, maquillara lo
acontecido intentando presentar una imagen menos negativa
ante su propio criterio.
-
Trinidad
y
Agustín
hubieron de vivir su relación tras enviudar ella. En ninguno
de los documentos conocidos, incluidas las tradiciones
orales, se deja entrever que siquiera subyaciese algún
contacto. Muy significativa nos resulta la descripción
física de La Trini
redactada por Gustavo
García Herrera,
descripción
copiada
más arriba. De faltarle un ojo en 1897, este médico lo
habría advertido, seguro.
-
Sea
como y cuando fuere, es de asegurar que por mor de su
inevitable descrédito social y de su perjudicada imagen
pública, La Trini
dejó de triunfar en los escenarios, hasta el punto que la
obligaron a no subir a las tablas.
-
Y el
otro hecho repelente fue haber regentado una casa de
prostitución en Antequera (Málaga). En este pueblo debió
morir La Trini,
olvidada por los aficionados, en fecha desconocida. Aún no
hemos encontrado sus huesos, ni sus documentos de defunción
siquiera. Así narra su ocaso
Gustavo García Herrera:
-
El
final de la célebre Trinidad Navarro no fue menos triste. Su
distinguido porte y agraciada figura los fueron desmoronando
una vida de enfermedades, francachelas y disipación. El
gracioso rostro se vio afeado por la pérdida de un ojo en
una reyerta, y sin medios, la voz perdida y “dejada de la
mano de Dios”, fue a parar a Antequera, donde falleció en la
indigencia sobre el año 1930.
-
Lo
cierto es que aún no hemos podido confrontar estos datos,
aunque barruntamos su veracidad, por desgracia y para
tormento de nuestra conciencia de aficionado. Ni siquiera
hemos encontrado todavía su partida de defunción, repetimos.
-
-
La Trini de F.
Macías Amaya.
-
La
celebridad de La
Trini,
lo
eufónico de su nombre y la fascinación que ejercían las
vidas de los artistas flamencos ante los ojos de los
escritores post-románticos, originaron que con el título de
Trini
publicara un artículo
F. Macías Amaya
en la sección Acuarelas del diario La Unión
Mercantil del día 30 de septiembre de 1893.
-
El
artículo presenta la biografía de una cantaora homónima y
coincidente en algunos aspectos con la vida de
Trinidad Navarro Carrillo.
Elogia y pondera sus cualidades cantaoras, en particular por
malagueñas, así como su atractivo físico, sin aludir nunca a
su ojo vacío.
-
Y sin
citar su lugar de origen, dejando suponer que los hechos
narrados ocurrieron en Málaga, dice que su
Trini
pasó la infancia en Sevilla con su familia. Pues bien, hemos
visto como en el anuncio de la actuación de
Trinidad Navarro
en Granada el 19 de mayo de 1883 se dice que era sevillana.
Y hemos comprobado que frecuentó Sevilla con actuaciones
durante su primera época artística, cuando era muy joven.
Como hemos adelantado, pudiera ser cierto que residiera en
Sevilla durante algún tiempo, un tiempo infantil y
adolescente. Pudiera ser cierto el dato de
Macías Amaya.
-
Además
y sin aludir nunca a su matrimonio,
Macías Amaya
refiere pormenorizadamente los amores que tuvo su
Trini
con un tal Manolo,
elemento cuya descripción resulta idéntica a la que
proporciona Jorge
Martín Salazar
de Agustín el
Caracolero,
amante
de nuestra
Trini.
Fueron unos amores los de aquella
Trini
que como los de la nuestra, tampoco pasaron por la
vicaría, según se deduce.
-
Macías
cuenta que Manolo
empujó a su
Trini
a ejercer la prostitución, y hemos oído decir que nuestra
Trini
la ejerció o regentó una casa de lenocinio.
-
Desde
luego, son muchas coincidencias, pero no nos cuadra la
cronología de los hechos.
Macías Amaya
habla de su
Trini
en pretérito y traza una biografía más larga que la que a
sus 25 años podía haber vivido nuestra
Trini
en 1893. Pensamos pues, que sus amoríos con
El Caracolero
debieron suceder tras enviudar ella, repetimos, así como la
supuesta regencia de la casa de prostitución. Y por
descontado, en 1893 nuestra
Trini
no había fallecido: le quedaba aún mucha vida por vivir.
-
Desde
luego, tampoco pudo tomar de la vida real de nuestra
Trini
la enfermedad sufrida, aquella infame parametritis
supurada que la llevó al quirófano del doctor
Gálvez Ginachero
en 1907, ya que el relato de
Macías Amaya
se anticipa a ella en cuatro años.
-
Es
cierto que F. Macías
Amaya
pudo conocer a La
Trini
y la corta vida que había vivido a sus 25 años. Y por los
motivos expuestos al principio, usaría su nombre, su figura
y algunos detalles biográficos para construir en su artículo
otra Trini:
un
personaje de ficción jamás existente. Pero no es menos
cierto que el artículo contiene elementos que para
Trinidad Navarro
fueron premonitorios. Unas malditas premoniciones.
-
Copiamos a continuación el artículo:
-
T R I N I
-
I
-
Entre
rasgueos acompasados é intermitentes de la guitarra y á
compás de cadenciosos tacones en el tablado la vi por vez
primera “cantándose” una de aquellas malagueñas tan hondas y
tan sentidas que hacían rabiar de entusiasmo á los
inteligentes.
-
Estaba
hermosísima envuelta en el ámplio mantón de Manila cuyos
pájaros parecían aletear estremecidos al escuchar los
gorjeos de ruiseñores que la Trini llevaba escondidos en su
garganta, con el color arrebatado y los ojos chispeantes de
pasión, el labio trémulo siguiendo las articulaciones del
cantar y el hermoso seno que se alzaba y deprimía con ritmo
agitado como si fuese á saltar no pudiendo contener aquel
torrente de notas puras y frescas que se desbordaban
sentidas, apasionadas y tiernísimas por los labios de la
“cantaora”.
-
Su voz,
de un timbre celestial, tomaba modulaciones suavísimas y
desconocidas, arrebatadoras, lánguidas, amargas ó
menlancólicas, según convenía al espíritu íntimo del cantar.
-
-
II
-
Trini y
yo fuimos grandes amigos.
-
Tuvo
conmigo dulces confianzas, desahogos é intimidades de
hermana, y muchas veces lloró, apoyada su cabeza sobre mi
hombro.
-
Me
contó su historia, la de los días felices de su niñez
pasados en su risueña casita de Sevilla cuando vivían sus
padres que tanto la habían querido; sus amores con Manolo;
sus sospechas, y sus celos, y sus vehemencias cuando aquél
la abandonaba para correr tras locos caprichos; sus lágrimas
y desalientos cuando Manolo la martirizaba con sus
exigencias después de entregarle ella lo que por la noche
ganara en el café.
-
Otras
veces me pintaba sus proyectos y rosadas ilusiones para lo
porvenir: secretamente, sin que Manolo lo supiese, pensaba
ahorrar, escatimándolo á su alimento si necesario fuese,
hasta reunir una modesta suma con que comprar aquella linda
casita de Sevilla, la casita de sus padres, que tan
encantadores recuerdos despertaba en su imaginación. En
aquel nido de amor viviría contenta, tranquila, satisfecha
con el cariño de su Manolo, trabajando cuanto pudiera para
que á él nada le faltase.
-
Yo la
miraba hablar entusiasmada y sonreía tristemente; pero nunca
quise mutar sus ilusiones, y callaba dejándola embebecida en
sus locos ensueños de ventura.
-
Todas
sus esperanzas teníalas la pobre Trini en su voz, en aquella
voz melodiosa y pura que hablaba de un modo inimitable el
lenguaje del sentimiento cuando vibraba en escalas
dulcísimos con estremecimientos de pasión y arpegios de
pájaro.
-
Aquella
voz era un tesoro y con ella pensaba Trini comprar su casita
de Sevilla.
-
Pasó
tiempo y Trini se ausentó del café para no volver.
-
Perdí
su pista, y algunas noches, á la hora en que acostumbraba
oirla cantar, pensé en ella no sin pena porque me habían
conmovido sus desgracias é interesado sus aventuras.
-
-
III
-
Antes
del año la vi en un café de provincia durante la temporada
de feria que la ciudad celebraba.
-
Apenas
me reconoció, bajó ligera del tablado y me apretó la mano
con cariño mientras las lágrimas pugnaban por asomar a sus
ojos hermosísimos que habían languidecido empañándose su
brillo.
-
Estaba
notablemente desmejorada: la alegría había huído para
siempre de su boca y las rosas de sus mejillas.
-
Durante
el tiempo transcurrido sin vernos había sufrido mucho.
-
Manolo,
con sus locas y repetidas exigencias de dinero, importándole
poco su procedencia con tal de tenerlo para sus vicios, la
había empujado hasta lo hondo de ese pozo negro y asqueroso
de la prostitución donde tan buenos gérmenes se pudren. Y
después… después, cuando todos los recursos se hubieron
agotado y una terrible enfermedad enronqueció aquella voz
divina con ------ la garganta con repugnantes ------, el
infame ------ la abandonó para siempre sin remordimientos ni
titubeos.
-
Al
llegar aquí una sonrisa fría y amarga se dibujó en sus
labios descoloridos y temblorosos.
-
Se
levantó de mi lado porque la llamaban para cantar,
suplicándome que la aguardase.
-
Yo salí
del café sin despedirme de Trini ni querer escuchar su
copla, con el propósito firme de no volverla á ver, porque
su pena me contagiaba.
-
-
IV
-
Algún
tiempo después me avisaron desde el Hospital que una amiga
enferma deseaba hacerme un postrero encargo de despedida
para su familia.
-
No
podía negarme y me encaminé hacia el Hospital con el corazón
oprimido por mortales presentimientos.
-
Llegué,
y después de atravesar algunos largos salones, penetramos en
uno á cuyos lados laterales se extendían dos hileras de
camas con colchas encarnadas.
-
Casi al
final, bajo una ventana que miraba al Poniente, me
detuvieron delante de un lecho cubierto con una blanca
sábana que dejaba adivinar un cuerpo largo y rígido.
-
Según
me dijeron, acababa de espirar la mujer que lo ocupaba.
-
Levanté
la sábana que ocultaba el cadáver y pude reconocer transido
de pena y de amargura á la desgraciada Trini que sobre la
hundida almohada, mostrando su garganta antes tan hermosa
perforada de fístulas violáceas que supuraban un humor
amarillento y pegajoso.
-
La
boca, aquel nido formado para la oración y la armonía,
teníala entreabierta, como contraida en un postrer lamento.
-
¡Ya no
trinarían más los ruiseñores que Trini llevaba escondidos en
su garganta!
-
F. Macías Amaya.
-
-
La pecadora Trini
de Salvador González Anaya.
-
No
mucho después, el literato y político malagueño
Salvador González Anaya
publicaría el 18 de mayo de 1897 en La Unión Mercantil
un poema titulado Pecadora, del libro “Cantos sin
eco”, próximo a publicarse, poema donde retrata a otra
Trini
cantaora, ejerciente en el Fornos madrileño.
-
Como la
de Macías Amaya,
su Trini
llevaba una vida licenciosa, inmersa en la prostitución en
este caso, una larga vida de la que se arrepentía con
amargura. Y de nuevo, se nos presenta una
Trini
en la que en 1897 nos cuesta imaginar a nuestra
Trini.
No nos consta desde luego el haber actuado en Fornos, aunque
cabe la posibilidad. Y como hemos documentado, desde 1893 al
menos, residía en Málaga. Incluso, de haber nacido en 1868,
nos cuesta imaginar que a sus 29 años le hubiese dado
tiempo de desarrollar la vida de la Trini
de González Anaya.
-
De
nuevo, nos parece que el poeta tomó de nuestra
Trini
su nombre y su profesión, para pintar un personaje jamás
existente más que en su imaginación. He aquí el poema:
-
“PECADORA”
-
(ESBOZO)
-
Á
RAMON A. URBANO
-
-
Cayó, pero su caida
-
sirvio para levantarla,
-
porqué compró con su cuerpo
-
la
opulencia de su casa.
-
Al
ver el camino fácil,
-
trepó con segura planta;
-
de
la montaña el vicio
-
hasta la cumbre más alta;
-
y
un amante y otro amante,
-
ansiosos de contentarla,
-
fueron vistiendo de sedas
-
la
esplendidez de sus gracias.
-
Lució las joyas más ricas,
-
usó
las telas más caras,
-
y
tuvo el cetro en las manos
-
del
lujo y de la elegancia.
-
En
las frecuentes orgias
-
de
su vida disipada,
-
fue
poco á poco, perdiendo
-
la
noción de tener alma;
-
y
entre amores al minuto
-
y
borracheras diarias,
-
abandonando a su madre
-
plantó en la Corte su casa.
-
=
-
Brilla el solera en las copas
-
y
entre galanes y damas,
-
de
la opulencia y del vicio
-
solos de la aristocracia,
-
en
la alta noche, de Fornos
-
en
una elegante estancia,
-
hay
una fiesta andaluza,
-
por
andaluzas formada.
-
Allí Trini la más bella
-
de
todas las chicas guapas
-
que
han corrido cuando niñas
-
los
rincones de Triana.
-
Y
Soledad la de Córdoba,
-
la
que tiene en la garganta
-
un
ruiseñor, más gitano
-
que
una querella gitana,
-
y
entre otros genios armónicos
-
del
canto y de la guitarra,
-
esta también Magdalena,
-
que, ojerosa, triste y pálida,
-
acompañando al que toca
-
y
entre arrumacos y palmas,
-
llorando sus desventuras
-
con
voz de lágrimas canta:
-
“¡Con una copa de vino
-
consuelo todas mis penas,
-
como la copa me quiere
-
no
encontraré quien me quiera.!”
-
¡Desdichada pecadora,
-
que
en brazos de la desgracia
-
aún
tiene para quejarse
-
la
ironia de sus lagrimas.!
-
¿Quién sabe si en el momento
-
que
aquella copla cantaba
-
vinieron á su memoria
-
sus
alegrias pasadas?
-
¡Y
la voz de la conciencia
-
que
afrentándole su falta
-
la
pregunta por la madre
-
que
la tuvo en sus entrañas!
-
¿Quién sabe? Pero es lo cierto
-
que
ella apurando una caña,
-
volvió á cantar otra copla
-
más
doliente y más amarga;
-
y
mientras ella gemia
-
con
el dolor hecho lagrimas
-
vibraban alegremente
-
las
cuerdas de la guitarra.
-
Salvador
Gozález Anaya.
-
-
-
La Trini de
José Sánchez Rodríguez.
-
Años
después de publicar
F. Macías Amaya
La Trini y
Salvador González Anaya
Pecadora, José
Sánchez Rodríguez
da en
La Unión Ilustrada del 18 de septiembre de 1910 su
poema Trini la Rubia. Y
como los anteriores,
Sánchez Rodríguez
elogia y pondera la belleza y los valores cantaores de
Trini la Rubia y denuncia un amor no-correspondido que
la lleva a morir a navajazos.
-
Pues
tampoco debió ser así la muerte de
Trinidad Navarro Carrillo,
ni había ocurrido en 1910, desde luego.
José Sánchez Rodríguez
construiría también una rubia
Trini
que salvo ser atractiva, excelente cantaora y tener
amoríos prohibidos, nada tenía que ver con
Trinidad Navarro.
Lo sorprendente es que de nuevo existe una premonición
fatal. No creemos que en 1910
La Trini
estuviese enamorada de
Agustín el Caracolero.
-
-
TRINI LA RUBIA
-
-
-
Ya
suena la triste
-
canción andaluza;
-
la
canción que las almas conmueve,
-
porque son amores
-
que
en el alma luchan,
-
lágrimas que asoman,
-
penas que triunfan;
-
amorosas endechas que vibran,
-
y
ahogados sollozos
-
y
notas oscuras.
-
La
moza que todos
-
admiran y escuchan,
-
es
aquella de rostro de fuego
-
que
nace en el alma…
-
¡es
Trini la rubia!
-
El
ser que batalla,
-
la
amante que lucha;
-
heroína de amor que sucumbe
-
cantando su gloria
-
lejana y oscura:
-
“Los cielos permitan
-
labrar mi fortuna:
-
¡que en la tierra que cubra mis huesos
-
te
den sepultura!”
-
Los
gritos aturden,
-
se
estrecha la bulla…
-
La
guitarra que impera entre tanto
-
repite la amarga
-
canción andaluza,
-
y
llénase el aire
-
de
notas que zumban:
-
algaradas de amor y de celos,
-
de
histéricas risas,
-
piropos y burlas.
-
. .
.
-
De
repente, un grito
-
domina y retumba:
-
es
la copla que canta un buen mozo
-
soberbio y herido
-
de
tanta dulzura:
-
“Hay amores locos
-
que
parecen burlas…
-
No
mereces el alma que pides,
-
y
no será tuya”.
-
Un
largo gemido,
-
la
pena profunda
-
que
salió palpitante del alma,
-
llenando los aires
-
de
amor y de angustia,
-
fue
el prólogo amargo;
-
la
voz moribunda
-
que
evocó aquel cantar de la Trini…
-
¡cantaron sus ojos
-
brotando ternura!
-
“Aunque tú no quieras,
-
yo
quiero ser tuya;
-
¡que en el hoyo donde echen mi cuerpo
-
te
den sepultura!”
-
La
fiesta tomaba
-
carácter de lucha,
-
y
del centro del corro, una moza
-
vomitando rabia
-
dijo con voz dura:
-
“¿No encuentras un hombre
-
que
salga en tu ayuda?
-
¿No
hay un brazo que ofrezca á esa loca
-
la
muerte que busca?”
-
Llamaba el corage,
-
¡la
tierra que ahulla!...
-
Hubo un hombre que quiso ser “hombre”
-
y
el largo cuchillo
-
brilló en la penumbra.
-
. .
.
-
Aun
era de noche:
-
brillaba la luna,
-
con
fulgores de azul y de plata
-
bañando el cadáver
-
de
Trini la rubia.
-
La
boca entreabierta…
-
¡para siempre muda!
-
y
aun vibraba latente en sus labios
-
la
copla pilana
-
de
amor y de angustia…
-
. .
.
-
¡que en la tierra que cubra mi cuerpo
-
te
den sepultura!
-
José Sánchez
Rodríguez.
-
-
-
-
-
-
-
YERGA LANCHARRO, M.,
Apuntes y datos
para las biografías de Rojo el Alpargatero, La Trini,
Chacón y Manuel Torre,
Peña Flamenca
de Jaén, Jaén, 1981.
-
(A)rchivo (M)unicipal de (M)álaga, Padrón Municipal
de 1907, vol. 1098, fol. 35.
-
A.M.M. Padrón Municipal de 1918, vol. 1308, fol. 67.
-
A.M.M. Padrón Municipal de 1904, vol. 1056, fol. 6
-
PERUJO SERRANO, F., La presencia del
flamenco en los medios de comunicación de Granada,
CERC – Diputación de Granada. Centro de
Documentación Musical de Andalucía. Asociación
granadina de la Prensa, Granada, 2005, p. 86.
-
BLAS VEGA, J., Los cafés cantantes de
Madrid (1846-1936), Guillermo Blázquez, editor,
Madrid, 2006, pp 96-97.
-
Ibidem, pp. 197, 209 y 210.
-
Sobre Antonio Chacón, véase:
-
·
BLAS VEGA, J., Vida y cante de don Antonio
Chacón. La Edad de Oro del Flamenco (1869-1929),
Área de Cultura del Ayto. de Córdoba, Córdoba, 1886.
-
·
V.V.A.A.,
Don Antonio Chacón, el Papa
flamenco. Textos en homenaje a Don Antonio Chacón,
Ayto. de La Unión
(Murcia), 1992.
-
·
BLAS VEGA, J.,
Don Antonio
Chacón, en:
V.V.A.A., Historia del Flamenco, 6 vols.,
dirigida por José Luis Navarro García, Miguel
Ropero Núñez y Cristina Cruces Roldán,
Ed. Tartessos, S. L., Sevilla, 1995-2002, vol. II,
pp. 409-417.
-
·
BLAS VEGA, J., Don Antonio Chacón, en:
VV.AA., Huellas del cante en el siglo XX,
Peña Cultural Flamenca La Pajarona, Córdoba,
2002, pp.21-38, edición coordinada por Alfonso
Benítez López.
-
TRIANA, F. el de (Fernando Rodríguez
Gómez), Arte y artistas flamencos,
Ediciones
Demófilo, S.A., Fernán Núñez (Córdoba), 1978,
facsímil de la edición original de 1935.
-
El paréntesis es nuestro.
-
RONDÓN RODRÍGUEZ, J., Recuerdos y
confesiones del cantaor Rafael Pareja, de Triana,
Ediciones La Posada, Ayto. de Córdoba, Córdoba,
2001, pág. 30.
-
Estando en una ocasión en La Línea de la
Concepción “La Trini”, Chacón, “Juan Breva”, “Paco
Botas”, “El Colorao”, el guitarrista “Habichuela” y
yo, con el entonces Alcalde don Andrés González,
gran aficionado y que tenía un café en la Explanada,
bromeábamos entre nosotros; y como dijera “El
Colorao” que sólo tenía cincuenta y dos años, “Paco
Botas”, que lo conocía bien, lo atajó y con mucha
solemnidad le dijo:
-
-
Compare, es usté un embustero porque tiene muchos
años más.
-
-
Y tú, ¿cómo me puedes justificar?
-
-
Porque “ayé” leí su fe de bautismo –contestó “El
Botas”-, que me la encontré en el Arca, y nació
“usté” veinte años antes que Calderón de la Barca
(Ibidem, pp. 114-115).
-
TRIANA, F. el de (Fernando Rodríguez
Gómez), Arte y artistas flamencos,
op. cit.,
pp.
48-50.
-
GELARDO NAVARRO, J., El flamenco: otra
cultura, otra estética. Testimonios de la prensa
murciana del siglo XIX, Portada Editorial, S. L.
y Consejería de Educación y Cultura de la Región de
Murcia, Sevilla, 2003, p. 188.
-
GELARDO NAVARRO, J., Con el flamenco llegó
el escándalo. Sierra Minera de Cartagena y La Unión.
Prensa, historia escrita, historia oral. Siglo XIX,
Editorial Azarbe, S. L., Murcia, 2006, p. 285.
-
El establecimiento Hernán Cortés fue primero
ventorrillo, después restaurante y después hotel
titulado también Caleta Palace. En 1943 pasó a ser
Hospital 18 de Julio y en el presente se aloja en él
la Subdelegación del Gobierno en Málaga. Se enclavó
en la Calle Málaga o Camino de El Palo, hoy: Paseo
de Sancha y su extensa finca poseía unos soberbios
jardines donde programaban espectáculos.
-
Sobre Paco el Águila, véase:
-
·
RIOJA, E., Francisco Reina: “Paco el
Águila”. Un artífice del esplendor guitarrístico
malagueño del siglo XIX, en:
www.juanbreva.com, revista informático de arte
flamenco, marzo, 2008.
-
Lo encontramos empadronado como profesor de
música en el nº 43 del Pasaje de Álvarez (de
Chinitas, hoy) en 1885 y a partir de 1894 lo vemos
establecido como guitarrero con taller propio, en
los nº 45 y 48 de la calle Torrijos –hoy,
Carretería- frente al puente de la Aurora, y en el
nº 20 de la calle Grama (Archivo Municipal de
Málaga, Padrón Municipal de 1885, vol. 1, s/f;
Padrón Municipal de 1900, dtto. 3, fol. 254; Padrón
Municipal de 1914, vol. 3, fol. 690 v., MUÑOZ
CERISOLA, N., Indicador comercial y guía de
Málaga para 1894, Málaga, 1894; PÉREZ LÓPEZ,
E., Guía de Málaga y su provincia para 1899,
Tipografía Zambrana, Málaga, 1899; PÉREZ
LÓPEZ, E. y SUPERVIELLE, J., Guía
oficial de Málaga y su provincia para 1905,
Tipografía de la Guía Oficial, Málaga, 1905).
-
Sobre su biografía, véase:
-
·
RIOJA, E., Guitarristas flamencos
malagueños del siglo XIX, en:
www.juanbreva.com, revista informática de arte
flamenco, enero, 2008.
-
Por los datos reunidos a propósito, nos da la
impresión que fueron buenas las relaciones
profesionales entre el actor Gabriel López,
el célebre Chinitas, y Nicolás
Fernández, propietario del Café de España. Hasta
tal punto debieron serlo que cuando por causa
desconocida, en 1908 cierra el Café de Chinitas, es
Nicolás Fernández quien decide regentarlo.
Así lo dice La Unión Mercantil del tres de
marzo de dicho 1908:
-
Murió Chinitas.
-
El célebre Chinitas, el popular café cantante que
durante tantos años ha sido centro de recreo de los
aficionados al “cante jondo”, por sonde han
desfilado las eminencias del género flamenco y en
donde dieron los primeros pasos de su carrera
artística muchos cómicos modestos y algunos que
lograron abrirse camino, ha cerrado sus puertas.
-
El conocido industrial D. Nicolás Fernández dueño
del café España lo ha tomado en arrendamiento y
según nuestras noticias tiene el propósito de no
volverlo a a brir por ahora, continuando su negocio
en el café en que se halla establecido.
-
Desconocemos el motivo por el que no quería abrirlo,
pero lo que sí sabemos es que lo hizo. Quizás
acometiese algunas reformas en el local. De hecho,
el mismo medio anunciaba la actuación en él de
Pastora Pabón: La Niña de los Peines unos
meses después: el 20 de febrero de 1909.
-
Es una errata. Realmente se llamaba Trinidad
Navarro Carrillo.
-
Había nacido en Ronda (Málaga). Véase: TRIANA,
F. EL DE., Arte y artistas flamencos,
op. cit., pág. 160.
-
Es un trastorno inflamatorio del tejido uterino o de
las estructuras que rodean al útero que produce
supuración.
-
GARCÍA-HERRERA, G., El Doctor Gálvez (una
vida ejemplar), Málaga, 1966, pp. 61-65.
-
De ser cierta esta edad, La Trini
habría nacido en 1880.
-
Como se aprecia, el alta fue dada el día 25, no el
13 como había escrito GARCÍA-HERRERA.
-
Sobre la vida de Antonio Ortega Escalona: Juan
Breva, véanse:
-
·
BERJILLOS, M., Vida de Juan Breva,
edición del autor, Vélez-Málaga (Málaga),
1976.
-
·
ROJO GUERRERO, G., Juan Breva. Vida y
obra, edición del autor, Málaga, 1992.
-
·
ROJO GUERRERO, G., Juan Breva, en:
VV.AA., Historia del Flamenco, op. cit.,,
vol. I, pp. 117-123.
-
Sobre Antonio Pérez: El Maestro Pérez,
hemos publicado:
-
·
RIOJA, E.,
Antonio Pérez, en: V.V.A.A.,
Historia del Flamenco, op. cit., vol. II, pp.
6-40.
-
ROJO GUERRERO, G., Mujeres Malagueñas en
el Flamenco, Ediciones Giralda, Sevilla, 2004,
pp. 302-303.
-
Como industriales se calificaba a los
propietarios y regentes de establecimientos
hosteleros, entre otros oficios y profesiones.
-
YERGA LANCHARRO, M.,
Apuntes y datos
para las biografías de Rojo el Alpargatero, La
Trini, Chacón y Manuel Torre, op. cit.,
p. 24.
-
A. M. M., Padrón Municipal de 1904, vol. 1056, fol.
6.
-
A. M. M., Padrón Municipal de 1905, vol. 1059, fols.
48 v. y 49.
-
A. M. M., Padrón Municipal de 1906, vol. 1093,
fol. 390.
-
A. M. M., Padrón Municipal de 1907, vol. 1098, fol.
35.
-
A. M. M., Padrón Municipal de 1908, vol. 1118,
fol. 44.
-
Sobre su biografía, véase: ROJO GUERRERO, G.,
Cantaores malagueños, op. cit., p. &
-
Sobre su biografía, véanse:
-
·
ARIAS ESPEJO,
J.,
Un olvido
injustificado: Cayetano Muriel “Niño de Cabra”,
Ayto. de Lucena. Delegación de Publicaciones,
Diputación de Córdoba. Delegación de Publicaciones,
Lucena (Córdoba), 1998.
-
·
CALZADO GUTIÉRREZ, F.,
Cayetano Muriel, en: Los fandangos de
Lucena (cantes de viejos oficios, ambientes y
artistas lucentinos)
Ayto. de Lucena, Lucena (Córdoba), 1998.
-
ARIAS ESPEJO, J., Un olvido injustificado:
Cayetano Muriel “Niño de Cabra”, op. cit.,
pág. 74.
-
RIOJA, E.,
El cante por Malagueñas. Pláticas con Diego el
Perote,
Universidad de
Málaga, Málaga, 1983,
pág.
13.
-
A. M. M., Padrón Municipal de 1908, vol. 1118, fol.
44.
-
Entre 1909 y 1918 existe duplicidad en los padrones.
Unos continuarían destacando los datos personales y
la nueva serie incorporaría datos económicos. Estos
son los manejados:
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1911, vol. 1142, fol.
469.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1911, vol. 1232, fol.
64.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1912, vol. 1149, fol.
404 v.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1913, vol. 1159, fol.
487 v.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1913, vol. 1247, fol. 67
v.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1914, vol. 1165, fol.
487 v.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1914, vol. 1259, fol.
65.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1915, vol. 1173, fol.
487 v.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1915, vol. 1271, fol.
64.
-
YERGA LANCHARRO, M.,
Apuntes y datos
para las biografías de Rojo el Alpargatero, La
Trini, Chacón y Manuel Torre, op. cit.,
pp. 24-25.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1916, vol. 1183, fol.
503.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1917, vol. 1192, fol.
482.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1917, vol. 1285, fols.
74 y v. Aquí es donde se inscribe Pastora Pabón.
-
ROJO GUERRERO, G., Mujeres Malagueñas en
el Flamenco, op. cit., pp. 303 y 306.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1918, vol. 1199, fol.
477.
-
A.M.M., Padrón Municipal de 1918, vol. 1308, fol.
67.
-
TRIANA, F. el de (Fernando Rodríguez
Gómez), Arte y artistas flamencos, op. cit.,
p. 160.
-
De las Malagueñas de La Trini,
grabadas en discos por Paca Aguilera y
por Sebastián el Pena existen
reconstrucciones técnicas que permiten una audición
aceptable. Recomendamos las siguientes:
-
Paca Aguilera, Toítas las noches le
rezo y Pensando en ti desvarío,
en: Málaga Cantaora. Breve antología.
1850-1950, DCD S-30013, edición del Ayto.
de Benalmádena (Málaga) para el XV Congreso Nacional
de Actividades Flamencas, 1987. Grabación original
realizada en 1911.
-
Sebastián el Pena, El camino de la
vía y Haciendo por olviarte,
en: Flamenco. Restauration historique,
Flamenco en France, FLAM 9309. Grabación
original: ZONOPHONE 552 095 realizada en 1907.
-
De Diego el Perote se puede encontrar
la siguiente grabación original:
-
No se borra de mi mente, en: Sabor
de Málaga, COLUMBIA CCL. 32059 realizada
en 1966.
-
RIOJA, E., El cante por Malagueñas.
Pláticas con Diego el Perote, op. cit., p.12.
-
MARTÍN SALAZAR, J., Las malagueñas y los
cantes de su entorno, Editorial Guadalfeo,
Motril-Granada, 1998, pp. 56-57.
-
RONDÓN RODRÍGUEZ, J., Recuerdos y
confesiones…, op. cit., p. 41.
-
RIOJA, E., El cante por Malagueñas.
Pláticas con Diego el Perote, op. cit., p. 13.
-
-
GARCÍA HERRERA, G., Más cosas de Málaga.
Recuerdos de La Caleta, Publicaciones de la
Librería Anticuaria El Guadalhorce, Málaga,
1967, p. 26.
- Sonido:
Malagueñas de la Trini : Titulo - En la calle me la encuentro
- Canta
Niño las Moras
-
Guitarra : Antonio Carmona
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